martes, 11 de agosto de 2009

Una emboscada fracasada

Una mañana agitada donde nos preparábamos para iniciar un día más de labor. Organizábamos todo muy bien para brindar un mejor servicio a nuestros clientes, pero vaya sorpresa la que nos llevamos, cuando de un momento a otro aparece una vieja conocida de la familia, desesperada con un bebe en brazos, entra gritando y muy nerviosa, nadie sabe lo que pasa, todos nos mirábamos las caras y nos causaba inquietud, la joven asustada y temblorosa hace un par de llamadas y se dirige hacia el balcón de la casa, con muchas dudas en nuestras cabezas preguntábamos de manera cautelosa, ¿Qué es lo que sucede? A lo cual la chica responde, “ya llegaron y vienen armados” asustado empiezo a detallar lo que sucede en los alrededores de mi casa y veo demasiadas personas mirando todos hacia un mismo lugar; era obvio, algo no andaba bien, la mujer nerviosa empieza a preguntar por varios tipos los cuales son los jefes de los jóvenes violentos del barrio, de repente se escucha un bullicio y percato que el local cercano de mi casa están barias patrullas de policías y requisando a todo el que pasa por ese lugar, de inmediato mi madre se dirige hacia nuestro local y se encuentra que uno de los jóvenes que iba armado de había entrado para nuestro negocio y mi padre asustado era lógico que no podía decir nada; salgo de mi habitación y lo primero que veo es a mi madre casi que llorando y el joven adentro ya de la casa empieza a preguntar que por donde se puede escapar, el joven al mirarme me pide disculpas y como si fuéramos los mejore amigo me empieza a contar que iban a matar a dos tipos que estaban en la esquina de mi casa, aprovechando que los soldados ya se los habían llevado. El tipo asustado y en estado de embriagues entra a mi habitación y allí sigue contándome toda su vida como si nada, fueron los minutos más largos de mi vida, mis nervios no me dejaban reaccionar, cuando de repente aparecen dos policías requisando toda la casa y obligan al tipo a salir de esta misma, vaya alivio que la ley haya sacado a ese tipo, puesto que cuando se fueron todos los jóvenes de las bandas cercanas a mi casa llegaron, ¿ese h%%$”23$ esta haya adentro? ¿Él dejo algún arma acá? A lo cual respondimos nerviosamente que nada había pasado y que los policías como ellos vieron se lo habían llevado.

En fin, todo parecía estar mejorando y mi madre ya la notaba más tranquila, lo único que no nos queríamos imaginar era que donde ese tipo que se metió la casa no lo hubiera sacado la policía que hubiera sido de él y de nosotros.

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