jueves, 20 de agosto de 2009

El almohadón de plumas



Estaban recién casados Jordán y Alicia, Alicia era una mujer tierna, rubia y tímida el carácter de su marido era frio, quien transformo los sueños de Alicia, al llegar a la nueva casa Alicia se sentía como en un castillo encantado, duraron tres meses en la dicha de su amor, la casa se sentía fría y desolada por el eco que se daba cuando uno pasaba de una habitación a otra y las esculturas de mármol que hacían que la casa se viera más pálida y desolada.


Alicia había rebajado por un ataque de influenza que la había tocad. Cuando apenas podía caminar salió al jardín tomada del brazo de su esposo quien se reposo en su cuello y sollozo soltando el llanto reposando en su cuello sin decir una sola palabra.


Ese fue el ultimo día que Alicia estaba de pie, al día siguiente no fue capaz de levantarse, sintiéndose sin fuerza alguna, Jordán pidió cita con un medico quien la vio y dijo que ella tenía una pérdida de sangre inexplicable y le dijo que si continuaba así que lo llamara, al día siguiente amanecía mucho mas desmejorada y el médico dijo que tenía una anemia agudísima, la luz del dormitorio siempre permanecía encendida a lo igual la de la sala permanecía donde habitaba Jordán donde permanecía todo en pleno silencio, pronto Alicia empezó a alucinar, una noche cuando ella tenía su mirada fija a la alfombra le empezaron a sudar su nariz y sus labios, gritando despavorida ¡¡Jordán…Jordán…!! Sin levantar su mirada de la alfombra tenia al frente un enorme gorila, volvieron los médicos quienes le hicieron sabes a Jordán que de una forma desmedida Alicia iba directo a la muerte, Alicia se veía desmejorada cada mañana, se sentía como si tuviera una gran carga encima por su escases de fuerzas, apenas podía mover la cabeza, no quiso que le tocaran su cama ni mucho menos su almohadón por sus muchos miedos a sus alucinaciones; por ultimo perdió el conocimiento solo se escuchaba en la casa el delirio de Alicia y los pasos del va y ben de Jordán, Alicia muere a fin, la empleada entra a deshacer la cama cuando ve una manchas en el almohadón como picaduras de sangre y de inmediato llamo a Jordán, efectivamente había una picada donde Alicia posaba su cabeza, la empleada lo levanto y lo dejo caer de inmediato al suelo, ¿Qué hay? Dijo Jordán, es que pesa mucho, dijo la empleada con los pelos erizada.


Jordán lo levanto, lo llevo al comedor y quitando la parte superior y escarbando entre las plumas encontró una monstruosa bola viviente hinchada de sangre que noche a noche expulsaba de Alicia, la cual hizo que muriera vaciándola en apenas cinco noches y cinco días.




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