Había una vez un aprendiz que era la más mágica, maravillosa y lista, pero era muy fea, por mucho que se esforzaba en demostrar sus cualidades su fealdad no le ayudaba. Cuando la enviaban a alguna misión de inmediato lloraban y gritaban, ella pensaba que con su magia podía hacer un hechizo para volverse bella, pero se acordaba de lo que le decía su madre “cada quien es como es por algo, si tú tienes tus granos y arrugas es por algo” un día una bruja del país del lado se tomo a todas las hadas y magos como prisioneros. Disfrazándome de bruja la seguí y realice una fiesta, donde decore la cueva de murciélagos, sapos y arañas y música de lobos, entreteniendo a las brujas fui y libere a las hadas y magos, encerrando a las brujas en una montaña durante los próximos cien años. En mi país me tomaron respeto y se dieron cuenta de que cada quien es como es por algo.
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